Los Ojos del Silencio
Kiso ser la flor que guiara sus propios pasos Kiso kantar sus propias kanciones de amor Y kuando le dijo a su dios No necesito señor, apagó su voz la furia del viento. Este, tu sierbo, no necesita señor. Desterrado de sus tierras: la voluntad. Vagabundo en los senderos del silencio. Ya no kiere bolber solo kiere gritar. Poderse alzar y dezirle al zielo el ke fue tu sierbo ya no tiene señor. Kiso kontar komo seguir los propios pasos. Kiso amar y nadie entendia su amor. Pero encontró la serenidad en el brillo de sus ojos que fue la voz que se escuchó entre los gritos de desesperados, y no volvio a turbar la candencia de su paso. Aprendió a mirar con los ojos del silencio.
David Garcia